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domingo, 30 de mayo de 2010

Fantasma de mal augurio

Un fantasma recorre mi habitación hoy,
lo conozco
y alguna vez pensé que jamás lo volvería a ver.
Con una reverencia mostró su saludo.

Vestido de traje oscuro,
engalanado con corbata de seda,
con zapatos relucientes
y coronado por un elegante sombrero.

En una mano un cigarrillo,
en la otra un pergamino
el cual despliega
mientras se prepara para la oración.

Su semblante es el mismo que me hacía temblar,
cara pálida, demacrada por lo que ha vivido,
ojos melancólicos,
gestos de suspenso.

Me invitó a tomar asiento
sobre ese sillón desgastado,
aquel que de nuevo era el más espléndido de todos,
¿recuerdas? lo compramos juntos.

Tomo asiento pues con ritmo vacilante,
anticipo sus palabras en mi mente,
bajo la mirada
y permanezco callado.

Como adivinando mi pensamiento
cerró el pergamino
tras anotar algo que ahora es pasado
como todo lo ahi anotado.

Tan solo un gesto acabó por derrumbarme
así que me tendió la mano,
me incorporé
entonces me dió unas palmadas en mi dorso.

"Vamos"
Escuché decirle con su voz de eco,
señalándome la salida
de aquella habitación ya polvorienta.

¿Recuerdas?
Todo lo que aquí vivimos,
a diario la limpiábamos,
a diario sonreíamos.

Una estela de colores pasaba a diario,
el sol y la luna detenian su camino solo para admirarla
¿Recuerdas?
Momentos increíbles.

Mas no se cuando perdió ésto vida,
mas no se que te harías,
ahora todo ésto
esta lleno de incurables heridas.

Así que abandono el lugar
con el rostro desfigurado,
una lágrima en su interior he derramado,
un suspiro de dolor, el último recuerdo emanado.